"Perdimos no pudimos hacer la revolucion, pero tendremos razon en intentarlo. Y ganaremos cada vez que un joven sepa que no todo se compra ni se vende y sienta ganas de querer cambiar el mundo" Envar cacho el Kadri
Marchamos junto a Madres y abuelas de plaza de Mayo
Nos juntamos en 9 de julio y Rivadavia a las 16 hs.
Que un programa de televisión pueda más que un libro;
Que uno ya no conozca a sus vecinos;
Que la gente en la calle se ignore;
Que nos vendan lo que no necesitamos comprar;
Que la brecha entre los pobres y los ricos sea gigante;
Que nuestra realidad nos sea ajena;
Que dejemos nuestro pasado, presente y futuro en manos de otros;
Que la vida nos queme y no sintamos las llagas.
Esos fueron los logros de esta Dictadura, que a través de la violencia organizada logró sumergir a la Argentina en las más podridas aguas del liberalismo.
Desmembrando nuestra sociedad. Cortando y desarticulando todo tipo de lazos existentes en ella.
Haciéndonos retroceder en el tiempo.
Endeudándonos y, así, atándonos de pies y manos a foráneos intereses.
Ignorando y destruyendo todo tipo de conquistas. Despolitizando desde la cuna; haciéndonos creer que no se puede. Construyendo fantasmas.
Abriendo las puertas a una democracia de cotillón. Dejando al país gobernado por políticos con sus mismos intereses.
Profundizando sus políticas, enajenando nuestros cerebros.
Alejándonos de lo que una vez fuimos y no dejándonos imaginar lo que podemos ser.
Aún hoy siguen con ganas de golpear las puertas de los cuarteles. Pero tras ellas ya no queda mucho.
Sí golpean las puertas de los medios en busca de alguna que otra devolución de favor y resguardo mutuo. Siempre protegiendo a unos pocos. Esos que en los ’70 se volvieron ricos de pronto. En los ’80 multiplicaron las ganancias. Y en los ’90 brindaron en París con pizza y champagne.
Esos que ahora nos miran con miedo.
Ese miedo que tuvieron antes, ese que nunca se les fue.
Ese miedo al otro, al diferente. Ese miedo que vive en la cabeza del que roba, del que miente, del que mata.
Ese miedo que nosotros no conocemos, que nos es ajeno.
Porque a pesar del horror, acá estamos. De pie. Vivos.
Construyendo, trabajando, sonriendo, pensando, caminando, militando, creciendo, amando.
NO NOS HAN VENCIDO.
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